Un sensor de efecto hall es un dispositivo que detecta campos magnéticos y convierte esta información en una señal eléctrica. Este tipo de sensor se basa en el efecto hall, que es la generación de una diferencia de potencial en un material conductor cuando se encuentra en un campo magnético.
Los sensores de efecto hall se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, como contadores de revoluciones en motores, sensores de posición en sistemas de control de velocidad, interruptores magnéticos, sensores de corriente, entre otros.
Estos sensores son muy precisos y sensibles a los cambios en el campo magnético, lo que los hace ideales para aplicaciones que requieren mediciones precisas y rápidas. Además, son dispositivos robustos y duraderos, con una larga vida útil.
En resumen, los sensores de efecto hall son una herramienta importante en la ingeniería y la electrónica, ya que permiten detectar campos magnéticos de manera eficiente y fiable.
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